Lo que llamamos ‘corregir’ también deja huella
Educar con amor y firmeza sí es posible. Poner límites no es perder el control. Es respetar, guiar y también sanar.
Educar con amor y firmeza sí es posible. Poner límites no es perder el control. Es respetar, guiar y también sanar.
Dato importante: el lóbulo frontal, donde se ubica el juicio social, se completa aproximadamente a los 21 años. Esto explica por qué los adolescentes tienden a comportarse de manera impulsiva, arriesgando sin pensar en las consecuencias. Por eso, la guía de un adulto, con límites amorosos y claros, es fundamental para acompañarlos en su camino.
Cuando el celular lo ocupa todo. ¿Y si estas vacaciones desconectamos… para volver a conectar? El verano no solo es tiempo de descanso, también es una gran oportunidad para observar cómo se relacionan nuestros hijos con los demás… y con sus pantallas.
¿Qué adicciones copiamos sin darnos cuenta? Celular | Azúcar | Trabajo | Compras Nuestros hijos aprenden observando… Educar también es cuidar de nosotros mismos.